lunes, 21 de diciembre de 2009

Si esto es un hombre

Me dispuse a leer este libro debido a la honda impresión que me causó el de "El hombre en busca de sentido", en particular lo que se refiere a la vida en el campo de concentración y debo decir que en "Si esto es un hombre" la impresión es diferente. Mientras que en "El hombre en busca de sentido" las situaciones son narradas casi despersonalizadas, sin odio ni resentimiento sino preguntándose si habría sentido en ello, un motivo para poder seguir viviendo, o mejor dicho, sobreviviendo en ínfimas condiciones, casi estudiando (o estudiando) a través de sus hechos la psicología de aquellos que vivían en el campo de concentración, en "Si esto es un hombre" se puede percibir en el aire casi siempre presente la pregunta en la mente del autor: ¿porqué nos sucede esto?, como queriendo encontrar el motivo de la injusticia.

Y aunque no lo dice expresamente eso es lo que yo percibí: una pregunta acerca del porqué sucedían esas cosas, si lo merecía o no, el porqué de la injusticia, de los malos tratos de la humillación. Puede percibirse la brutalidad no solo física sino psicológica de que hacían objeto a los prisioneros, por lo menos a los pocos que sobrevivían.

Según su autor Primo Levi, estar en un campo de concentración (o exterminio) ó "lager" era vivir, mientras se podía, en un mundo completamente diferente al que conocía, nada era ni remotamente parecido, el hambre, frío y dolor recibían esos nombres simplemente porque así los habían conocido en "su vida pasada", pero eran en realidad mucho más que eso, algo que cómo él menciona: "es desconocido para un hombre libre".


En ciertas partes del libro hasta aparece la idea de que la vida en el campo podía ser soportable, de la misma manera en que una herida es soportable en un miembro entumecido, simplemente por no prestar atención, por olvidar que el dolor, el frío y el hambre estaba allí o insenbilizarse al mismo, por reconocerlo y aceptarlo como algo inmutable y omnipresente.

Me llamó la atención que cada cosa necesaria para la supervivencia en el lager tenía un precio y que éste se determinaba en raciones de pan, fragmentos de ésta o raciones de sopa. Llegó incluso a organizarse una especie de "bolsa" que determinaba los precios "del mercado" de los productos.

Primo Levi vuelve comentar, aunque con diferentes palabras, lo mismo que Viktor Frankl respecto al "lager": allí todo era hambre y frío, conscientes de que su existencia era solo temporal y podía terminar en cualquier momento, se les pegaba por cualquier cosa y a veces por nada a lo cual se acostumbraban. De igual manera, lo más terrible para él era que le lastimaron el orgullo y la dignidad más que el cuerpo, y también comenta "los hundidos" (personas que hundían en la miseria, que perdían todo sentido de la vida en el lager) morían irremediablemente de hambre, frío, enfermedad o en la "chimenea" o cámara de gas, eso si no cometían un eror que "ameritara" la horca o un disparo.

Lo que me llama la atención es que todas esas personas elegían sobrevivir en esas condiciones atroces en lugar de tirarse a la alambrada electrificada, algunos lo hacían debido a un simple instinto de conservación y otros porque tenían algo a qué aferrarse, su dignidad, el recuerdo de sus seres queridos, su religión, etc., y había incluso personajes que se desenvolvieron en el campo como si fuera su entorno natural. En definitiva es un libro que hay que leer ya que deja ver las iniquidades del alma humana pero también su humanidad, su lucha por sobrevivir por medios dignos e indignos, se puede apreciar también la búsqueda de un sentido que haga soportable todo aquello y también vemos las actitudes de los "santos" y los "demonios", estos últimos aún entre los "Häftlinge" (presos).

Hay una entrevista muy interesante en esta página.


Un saludo.

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