Dado que recibí la recomendación de este libro de un amigo de mi cuñada decidí darle una oportunidad a esta lectura. Claro que también influyó que al leer la reseña me di cuenta de que la autora contaría parte de su vida, y como soy de esas personas que le gusta escuchar historias... le di una "chanza".
Afortunadamente puedo decir que me agradó bastante el libro, no solo por la historia en sí misma sino también por el estilo narrativo. En él, la autora narra a su hija Paula ya fallecida, los acontecimientos sucedidos en su familia durante los años siguientes a su muerte.
La lectura es amena y tranquilizadora, solo habrá uno que otro sobresalto dependiendo del sistema de valores que uno tenga, sin embargo, y esto es algo que me gusta de leer historias y ver la vida en retrospectiva, se puede ver las desiciones tomadas, las situaciones vividas y los hechos que realmente marcaron la vida de las personas y dejar de lado las nimiedades que solo son perturbadoras en el momento pero que con el paso del tiempo desaparecen.
"El tiempo lo cura todo" dicen, a veces por encontrar fuerzas, perdón y otras simplemente por olvido. Sin embargo solo en retrospectiva se pueden entender algunos hechos.
Algo que me llamó la atención fue un hecho que no tiene que ver con la vida de los personajes sino con su vida como escritora: en cierto momento comenta que durante la escritura de sus libros busca y rebusca las palabras adecuadas y con frecuencia reescribe algunas partes (u grandes partes) no solo por dar coherencia a la historia, sino también porque algunas palabras suenan mejor que otras en el contexto. Lo anterior es algo que a lo largo de mi corta experiencia como escritor (aquí mi blog de poesía) me he dado cuenta, hay que de cambiar una palabra para que se mantenga la "musicalidad", el "tono" o el "ritmo" de la lectura.
Pero bueno, ya me salí del tema. Este libro hay que leerlo si te gusta conocer las historias de las personas y aprender "en cabeza ajena".
Un saludo.
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