1984

¡Por fin!, ya pude leer este magnífico libro que dió origen a ese concepto del "Gran Hermano" ó "Big Brother" que tan profusamente utilizaron las productoras de telebasura. Este concepto, basado en el libro se refiere a que existe un "gran hermano" que puede vigilarnos en todo lugar y en todo momento, que sabe todo acerca de nosotros y que incluso casi es capaz de adivinar lo que estamos pensando.

Y para lo anterior se vale de "tele-pantallas" en las que "El Partido" proyecta todo aquello que él (el partido y el gran hermano -que son en realidad lo mismo-) quieren comunicar, es una pantalla que está encendida todo el tiempo transmitiendo sus noticias, o cualquier música y a la cual tampoco se le puede bajar el volumen más allá de un susurro, diríamos pues, que siempre se escucha lo que está enviando y la cual siempre nos vigila mediante la videocámara y micrófono que trae incorporados. Cualquier intento de apagarla es de hecho un crimen.

¡Cuidado con los spoilers!. El "Gran hermano" es entonces poderoso por ser omnipresente y además, en la novela es infalible, o por lo menos eso se le ha hecho creer a la gente. El partido puede un día informar que se rebajará la ración de tabaco a 20 gramos en lugar de los 30 habituales y a la semana siguiente felicitarse por haber por haberla incrementado a 20 gramos gracias a la magnífica gestión del partido... y la gente se lo cree como si nada... vaya, me recuerda mucho la realidad, tal vez por eso surgió la frase "1984 no era un manual de instrucciones".  (Ejemplos de esta frase aquí y aquí)

Me recuerda a los partidos políticos de nuestro presente que un día votan a favor de una ley y otro día acusan a su adversario de haberla aprobado, me recuerda la poca memoria del pueblo ante los hechos de un partido político que ha perjudicado al pueblo pero que se gana su apoyo en los dos meses anteriores a  las elecciones, y me recuerda la manera en que empresas y gobiernos maquillan los hechos para hacerlos compatibles con su ideología del momento (más ejemplos de nuestro presente en este blog)

Resulta ciertamente fácil de comprender que en tanto que la gran masa de personas se comportan de la manera en que el gobierno lo requiere, existirán unos cuántos disidentes inconformes lo cual es tolerable siempre y cuando no se les permita crecer y su comportamiento sirva de aprendizaje para detectarlos más fácilmente en el futuro.

Los protagonistas Winston y Julia, ambos rebeldes al sistema por sus motivos propios: Winston que le gustaría un mundo mejor para las futuras generaciones y a Julia simplemente no le gusta ver coartada su libertad pero que le importa un comino los que vengan después. Winston es más idealista, Julia por su parte es más pragmática, ella se aburre al hablar de ideologías, es rebelde en parte porque la ideología del gran hermano le interfiere con su vida sexual.

En esta novela, "El partido" controla el pasado debido a que cuando un hecho no concuerda con sus necesidades, simplemente es reeditado en los periódicos y revistas, se asigna a alguien que se encargue de cambiarlo y hacer concordar la historia, de esta manera el partido no se ha equivocado, el amigo ahora es traidor, la guerra nunca se ha peleado contra X país sino contra Y, la producción aumentó (aún cuando haya disminuido), etc etc. El Gran Hermano controla no solo lo que hacen sino lo que piensan, a la mínima sospecha, y a veces acusados por sus propios hijos pequeños de que están pensando en cosas que no convienen al partido se les encarcela o se les hace desaparecer en cuyo caso se borran de la historia como si nunca hubieran existido.

En suma: un libro excelente del mismo autor de "Rebelión en la Granja" (que no he reseñado pero ya leí hace tiempo), otro libro sobre el gobierno, la gente, la represión, y en este caso, sobre la identidad y motivaciones propios

Frases interesantes:

• "A eso no pueden obligarte. Es lo único que no pueden hacer. Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca."
• "No eres una rebelde más que de la cintura para abajo".
• "El que controla el pasado controla también el futuro. El que controla el presente, controla el pasado"

Nota al margen: la frase sobre control de pasado me resultó conocida y recordé fue utilizada en un videojuego por un supervillano, específicamente por Kane en Command & Conquer.

Este libro hay que leerlo, sin embargo, yo añadiría que hay que leerlo como una trilogía de sociedades de ficción junto con "Un mundo Feliz" y "Un día perfecto" (This Perfect Day, Chip el del ojo verde) de Ira Levin. Ya que los tres nos presentan mundos donde los seres humanos han perdido, o cedido partes o toda su voluntad en aras de su sociedad.

En "Un mundo feliz" vemos un futuro sombrío que vive en el permanente engaño de la felicidad y del cual parece no haber vía de escape, se sufre a diferente nivel pero se puede sumirse en la inconsciencia ó engaño del soma, se controla a las personas mediante el placer.

En "1984" el futuro es todavía más oscuro, con un gobierno que ejerce un férreo control, total en todos los sentidos, al que nada, absolutamente nada se le escapa y del cual no se vislumbra una salida y en el cual las personas del "partido interior" y el "partido exterior" tienen el cerebro tan lavado que pareciera que son carcasas malignas de seres humanos que buscan el poder por la necesidad de poder mismo. Se controla a las personas mediante el dolor y el miedo.

En "Un día perfecto" también se perdieron libertades, se les dice a las personas en qué van a trabajar, con quien deben tener sexo (por placer o para reproducción), sin embargo, en "Un día perfecto" la salida del tunel, aunque traumática, parece cercana. A las personas se les controla con una mezcla de miedo y dolor.

A mi parecer resulta que "Un mundo feliz" es la versión más suave de estos mundos de ficción, "1984" es la más dura y "Un día perfecto" se sitúa a medio camino entre ambas.

Les recomiendo visitar esta viñeta para leer algunas comparaciones entre "1984" y "Un mundo feliz" (visto en este blog).

Uuuuff, que esto se extendió demasiado, espero no haberlos aburrido y sí picarles la curiosidad y las ganas de reflexionar.

Saludos.